El relanzamiento de un sitio web suele consistir siempre en una optimización del sitio web existente. Por regla general, el sitio web adquiere un aspecto nuevo, fresco y moderno. Dependiendo del sector, también se utilizan nuevas funciones, porque la tecnología no se ha quedado quieta. Las necesidades de los usuarios también han cambiado, lo que sin duda puede tenerse en cuenta en un rediseño. En cuanto al contenido, un relanzamiento implica revisar los textos y, sin duda, reescribir gran parte de ellos. Con un relanzamiento, el nuevo sitio web también se crea de forma ligeramente diferente, teniendo en cuenta los tiempos de carga. Otro punto suele ser la navegación, que resulta demasiado confusa para los usuarios. Esto sucede cuando se han añadido nuevas subpáginas a lo largo de los años, en algún momento se vuelve confuso. Esto se remediará con el relanzamiento, dando una estructura al menú de navegación.
En conjunto, esto se traduce en una mejora significativa de la experiencia del usuario, el alcance y una mejor clasificación en los motores de búsqueda.
Desarrollar un concepto claro de lo que hay que cambiar en el nuevo sitio web. Aquí no se trata sólo del diseño o las funciones, sino también de los objetivos. ¿Ha cambiado su grupo destinatario en los últimos años? ¿Qué aspecto tiene hasta ahora el recorrido del cliente?
El siguiente paso sería realizar una auditoría de contenidos para no perder ningún contenido valioso. Es esencial comprobar los enlaces, porque un enlace no válido tendrá un efecto desfavorable en su clasificación en los motores de búsqueda.
Si el concepto de su relanzamiento está definido, tiene sentido anunciarlo con antelación. Puede hacerlo fácilmente en la página de inicio. Así, sus lectores y Google se llenarán de alegría.
Tiene sentido crear primero el relanzamiento en un entorno de prueba. De este modo, los redireccionamientos también pueden prepararse en paralelo. Este es un punto muy importante para el éxito del relanzamiento sin pérdida de posicionamiento. Hay que informar a Google de dónde encontrar contenidos antiguos ya indexados.
Una vez realizada y probada la optimización onpage, el nuevo sitio web puede ponerse en línea. Es aconsejable crear un nuevo mapa del sitio y subirlo. Otro paso para informar a Google de dónde encontrar qué contenido.
En el caso de los enlaces existentes, como las redes sociales, los anuncios de Google, etc., ahora también hay que ajustarlos.
En los primeros días y semanas, es aconsejable supervisar la clasificación de su nuevo sitio web. Esto se puede hacer a través de Google Analytics, Google Search Console u otras herramientas a su disposición.
Este relanzamiento implica costes, pero merece la pena. Porque no en vano ha decidido dar este paso. Hay mucho trabajo detrás de un relanzamiento. Hay que optimizar la tecnología, crear contenidos nuevos y sobre todo valiosos, el SEO del relanzamiento, la creación del relanzamiento, la creación y revisión del mapa del sitio. La creación de los redireccionamientos, todo esto cuesta tiempo y, por tanto, recursos.